No es en absoluto muerto, pero por primera vez, un nuevo estudio ha demostrado que el matrimonio tradicional ha dejado de ser el mejor arreglo de vivienda en la mayoría de los hogares de EE.UU..
El cambio, comunicado por la Oficina del Censo de los EE.UU. en 2005 en su Encuesta sobre la Comunidad, podría anunciar un cambio radical en todas las facetas de la vida - desde la ley de la familia a la política nacional y su actual énfasis en los valores de la familia.
Las conclusiones, que fueron puestos en libertad en agosto, pero se escapó en gran medida la atención del público hasta ahora, debido al gran volumen de datos, se indica que el matrimonio no figura en casi 55.8 millones de hogares familiares, o 50.2 por ciento.
Más de 14 millones de ellos están encabezados por mujeres solteras, otros cinco millones de hombres solteros, mientras que 36,7 millones pertenecen a una categoría descrita como "ajena a los hogares", un término que los expertos dijeron que se hace referencia principalmente a las parejas homosexuales o heterosexuales que cohabitan fuera del matrimonio formal .
Además, hubo más de 30 millones de hombres y mujeres solteros que viven solos, que no son categorizados como familias, informó la Oficina del Censo.
En comparación, el número de hogares tradicionales con parejas casadas en su núcleo se situó en algo más de 55,2 millones, o sea el 49,8 por ciento del total.
Las parejas no casadas gravitado hacia las grandes ciudades como Nueva York, Chicago, Los Ángeles y San Francisco, mientras que la explotación en los estados de los Grandes Planicies y las comunidades rurales del Medio Oeste y el Oeste sigue siendo bastiones del tradicionalismo, de acuerdo a la encuesta.
La tendencia representa un cambio dramático de tan sólo seis años atrás, cuando las parejas casadas hecho el 52 por ciento de los 105,5 millones de hogares.
Indicó que los esfuerzos del Presidente George W. Bush y sus aliados, que en los últimos cinco años han hecho un esfuerzo concertado para fortalecer el matrimonio tradicional y las familias a través de desgravaciones fiscales, una legislación especial y las campañas patrocinadas por la Iglesia está dando pocos frutos.
El cambio, dijo expertos, también plantea la pregunta sobre la eficacia futura de los llamados "valores familiares" la política que desempeña actualmente, tanto republicanos y demócratas.
Douglas Besharov, un sociólogo con el American Enterprise Institute, con sede en Washington un grupo de reflexión, dijo que es difícil para la familia tradicional a salir indemne después de tres décadas y media de las tasas de divorcio alcanzar el 50 por ciento y cinco décadas fuera del matrimonio, los nacimientos .
"El cambio está en el aire", Besharov dijo en una reciente entrevista con la revista del Departamento de Estado de EE.UU. llamada Sociedad y Valores. "La única pregunta es si es justo o catastróficas evolutivo".
Predijo que la convivencia y las relaciones temporales entre las personas es probable que dominaron el paisaje social de América en los años venideros.
"En general, lo que veo es una situación en la que las personas - especialmente los niños - será mucho más aisladas, no sólo porque sus padres estén trabajando, pero tendrán menos hermanos, menos primos, menos tías y tíos, "sostuvo el estudioso. "Así que con el tiempo, estamos avanzando hacia una sociedad mucho más individualista."
En opinión de Stephanie Coontz, que dirige el Consejo sobre Familias Contemporáneas, la creciente esperanza de vida, así como el potencial de ingresos de las mujeres están afectando el matrimonio tradicional de formas inesperadas.
Si antes de la Segunda Guerra Mundial el típico matrimonio americano terminó con la muerte de un miembro de la pareja en unos pocos años después del último niño dejó el hogar, señala en la revista, que hoy las parejas pueden esperar a pasar más de dos décadas juntos en un nido vacío.
"La creciente cantidad de tiempo pasan con los socios sólo uno al otro para la empresa, en algunos casos, ha hecho de las personas menos dispuestos a poner a un matrimonio infeliz, mientras que las mujeres la independencia económica, es menos esencial para que lo hagan", escribió Coontz.
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